Instalación de sitio específico pensada para la pared de cristal al ingreso del Museo de Arte Moderno de Medellín MAMM, en el marco de la exposición La belleza será convulsa o no será, con la curaduría de Érika Martínez.

Esta instalación surge de un planteamiento editorial (aún en proceso. Link) en el que se propone una relectura del cuento As águas do mar [Las aguas del mar] de Clarice Lispector. Para esta instalación el cuento se reproduce en vinilo transparente a lo largo del ventanal, exceptuando los signos de puntuación, que contrastan en vinilo de color azul. Gracias al brillo y a la calidad plástica del material del texto, este aún puede ser leído por el lector-espectador, quien necesita jugar con la posición de su cuerpo, en relación a la iluminación del espacio, para poder leerlo. De este modo, el texto adquiere una condición de paisaje, al extenderse en el plano visual, y marcar, a partir de comas, puntos, guiones y signos de interrogación; esas múltiples líneas de horizonte, como esos muchos horizontes que marcan las olas de mar. Así, el lector se enfrenta a la posibilidad de una lectura velada, semioculta, traslúcida, casi acuosa.