A continuación, se exponen una serie de puntos de contacto entre ambos cuentos, que tienen como objetivo, más allá de encontrar semejanzas o similitudes, evidenciar ciertas tensiones, transformaciones y desplazamientos que posibilitan unas series de conexiones entre las obras y las poéticas de ambos autores. De este modo, los siguientes apartados, configuran algunos de esos posibles nodos y cruces que delinean una cartografía dinámica y transdiscursiva, en la que mi práctica artística se instala como una zona de reescritura derivada del proceso de lectura. Por lo tanto, el desarrollo visual y plástico no se entiende aquí como un ejercicio de ilustración o interpretación de los cuentos, sino más bien, como gestos poéticos o como comentarios, que en el sentido que expone Raúl Antelo, podría ser comparado “al cuaderno de notas, al diario, o sea a aquellas anotaciones, realizadas al margen de un texto, que constituyen su marginalia” promoviendo que los textos dialoguen así con contextos históricos y culturales “antagónicos, anacrónicos o distópicos, a los cuales les ofrece un puente, un vínculo, un suplemento.” que en este caso específico, se conforma tanto de elementos visuales como verbales.
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